Home / La Otra Honduras III Parte / ¿CÓMO ERA JUAN RAMÓN MOLINA?

¿CÓMO ERA JUAN RAMÓN MOLINA?

Uno cree que puede conocer al poeta por sus escritos y no es así. Muchos son los casos en que las palabras les sirven para esconder un corazón destrozado y, se ha dado el caso, incluso a un monstruo interior. Nuestra página de hoy de La Otra Honduras sale del libro de don Humberto Rivera y Morillo, “Juan Ramón Molina”:
En su personalidad se observa un dejo de dignidad y orgullo, algo de soñador y bohemio, mucho de rey de los bosques. En los ojos parece llevar la nostalgia del pasado y en la frente un sello inconfundible de fe en el porvenir. Dice que la naturaleza reproduce en las facciones las tendencias del alma y él es la prueba más convincente del ideario.Cuando apenas tiene 20 años de edad, José Mixco le retrata en Guatemala -1897-, en un verso que en uno de los cuartetos expresa:
-Faz apolínea, frente de poeta,
suave y sedosa cabellera oscura,
ojos vagos, romántica figura,
mezcla de efebo y de viril atleta-.
Mostacho cola de alacrán, rizado y largo, tipo borgoña o káiser. “Ojos glaucos y fríos”, dice Adán Coello, y Zúñiga : “Sus manos eran pequeñas, sus pies breves, su cuerpo hermoso, y tenía una fuerza extraordinaria y la docta agilidad de un gimnasta. Era su carácter violento, su voz varonil, yhabía en su mirar cierto desdén compasivo, que debe ser el que sienten los dioses por las bajas y oscuras miserias de los hombres. Sus fuertes mostachos, altaneros, dábanle cierto aire de gascón y servíanle , no como para ostentar jactancias, sino para acentuar su natural altivez y señoría”.
Froylán Turcios, por ser mejor amigo, conoce más su tendencia introvertida, por lo que manifiesta que “eran en él extraordinarios un ademán cordial o una expresión cariñosa”. Posee pocos amigos debido al carácter imperante que se combina con la varonil hermosura de su rostro. Acostumbrado a valorar la conducta ajena por la cultura, llega el momento en que aún inmiscuido en la sociedad, se aísla “en ella” en una rueda de compañeros bastante reducida, mientras los demás lo desprecian por su apatía. Hay instantes en que, si entabla conversación con alguien, es seguro que éste ha tomado la iniciativa.
Y ahora, usted también lo sabe.

Check Also

SANTA ROSA BENDITA

Publicación Vista: 866 Hay libros a los que uno no se cansa de volver, autores ...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *