Honduras en sus manos
No será la última vez que me llamen temático, así que sigo con las construcciones mayas. Y como don Pompilio Ortega es quien nos dejó los relatos más misteriosos al respecto, nuestra historia de hoy sale de Patrios Lares. Por cierto, agradezco infinitamente el obsequio que me hizo don Pedro Quiel de la versión digital de esta obra:
El río Tascalapa es un caudaloso afluente del Sulaco por la margen derecha baja de las montañas de Yoro en borbollones y cascadas por entre bosques tropicalmente fértiles y vírgenes. En uno de los lugares más abruptos de su curso, sus impetuosas aguas se abren paso por entre una cresta de la montaña formando un enorme puente natural por donde pasa el camino entre Sulaco y la aldea de San Antonio. De la parte inferior de este puente caen varios chorros de agua termal, formando bellas estalactitas y estalagmitas.
La carretera interoceánica, que cuyo trazo principia en el puerto de La Ceiba debiera pasar por sobre este puente.
La laguna de Jamalteca, en jurisdicción de San Jerónimo de Comayagua es una pequeña para lo que da de decir. La última teoría de su origen es que es artificial y que fue hecha por los mayas, como otra que hay en El Paraíso, Copán, en la línea de restos arqueológicos que parece que unen las ruinas de Copán con las de Quiriguá. Tiene un desagüe minúsculo que pasa bajo el puente, muy pequeño también, pero muy antiguo e histórico en sus cercanías. Cuando un curioso trata de investigar sobre su origen, con las personas viejas, por lo general no pasa de oír esta enigmática frase: “Ese puente no es así nomás”.
Y ahora, usted también lo sabe.