Home / La Otra Honduras III Parte / FUE DOÑA CELESTINA QUIEN TRASLADÓ LA CAPITAL.

FUE DOÑA CELESTINA QUIEN TRASLADÓ LA CAPITAL.

Hace ya muchos años que hemos afirmado que la razón para que Comayagua no haya sido -como debería- nuestra capital, fue por los intereses en la Rosario Minning Co. de don Marco A. Soto. Sin embargo, también en su momento se regó un rumor para que la gente, más sencilla que la de ahora, no protestara. Aquí lo tenemos, tomado de las páginas de “Patrios Lares”, de don Pompilio Ortega:
El pueblo joven de Honduras ignora que por mucho tiempo nuestros presidentes no eran designados aquí, sino que en Guatemala, y muchos menos deben saber que de allá nos vinieron presidentes también; este es el caso del expresidente Soto y su esposa doña Celestina. Con respecto a ella se regaron muchas leyendas, en la, al parecer, paciente Hibueras: que era de la clase pobre; que lavandera del señor Soto; que no eran casados; y a saber qué más. Pero lo que cayó como plomo derretido sobre la nobleza de Comayagua, fue aquello de ser una plebeya, de modo que el asunto quedaba resuelto; don Marco, a pesar de que se decía que aquel no era su propio nombre, sería aceptado en la sociedad, porque era el presidente, pero en ningún caso la genial chapina que nos hiciera la gran jugada. En la primera fiesta que se dio, el presidente fue invitado, pero no su esposa. Desde este momento la capital de Honduras se puso en camino de Comayagua para Tegucigalpa. Unos dicen que esto lo hizo el doctor Soto para usar como palacio presidencial una casa que comprara a unos parientes; otros que para usar su propia casa, la que se compraba a él mismo, cosa no vista hasta entonces; pero lo más seguro es que los responsables de este trascendental suceso, fueron doña Celestina (Mijango) y la intransigente aristocracia de la Comayagua de aquel tiempo.
Y ahora, usted también lo sabe.

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