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CÓMO ACABÓ EL PUEBLO DE CHAPULUCA

Hago hoy una pequeña pausa con mis escritos sobre Morazán para celebrar, a mi manera, que me encontré entre los libros viejos de la casa un original de don Pompilio Ortega, “Patrios Lares” de donde tomo esta historia:
En el extremo del valle de El Espino, en el departamento de Comayagua, y a la margen izquierda del río Humuya, existió un pueblo llamado Chapuluca, del que actualmente no existen más que las ruinas de la iglesia que hoy sirven de cementerio a la aldea de Guasistagua.
Las personas más viejas de sus cercanías cuentan que sus abuelos les contaban cosas maravillosas del pueblo de Chapuluca, todos sus habitantes eran uy buenos nadadores, pero preferían siempre bañarse en una enorme poza que ellos llamaban “Poza Encantada”, la cual estaba situada al pie de la Catarata de Guasitagua, única cascada que tiene el río en todo su curso. En este lugar habitaba un brujo, muy buena persona, según decían las gentes de Chapuluca. Cuando los habitantes del pueblo querían comer bien, no tenían más que zambullirse en la “Poza Encantada”, donde encontraban siempre la mesa puesta. Así pasó mucho tiempo, de modo que los Chapulucas ya no veían la necesidad de trabajar para mantenerse, porque en la poza encontraban todo lo que deseaban. Cada día se aumentaba el número de visitantes a la poza, y sucedió que una vez el brujo invitó al pueblo entero para un gran banquete y cuando vio que nadie quedaba afuera, cerró la puerta para siempre.
Las gentes que habitaban los pueblos vecinos llegaban a Chapuluca y les causaba extrañeza encontrar cerradas todas las puertas de las casas, y sin gente.
Por aquel tiempo atacó en Honduras el cólera asiático, y es muy posible que la terrible peste haya exterminado los habitantes de aquel pueblo; pero las casas permanecieron solitarias hasta que se fueron cayendo una a una, quedando no más que los muros de la que fue una iglesia, los que están todavía como la única verídica historia de un pueblo que existió, como un eterno testigo que dice al que por allí pasa: “Aquí fue Chapuluca”.
Y ahora, Usted también lo sabe.

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