El 7 de agosto fue ejecutado el hondureño Heliberto Chi en la cárcel de Huntsville, Texas, mediante la inyección letal. Chi fue condenado a la pena de muerte luego de ser hallado culpable del crimen de su ex patrón, ArmandPaliotta, a quien mataron a balazos en un asalto.
El hondureño murió orando en voz baja cuando en sus venas corrieron los tres fármacos que componen el método de inyección letal.Chi, antes de fallecer, pronunció cinco frases: “Señor, perdónalos, recibe mi alma”, en inglés. “Te quiero Edgardo”, refiriéndose a un primo hermano, el único miembro de la familia que presenció su ejecución.
Después dijo: “Agradezco el trabajo que han hecho, gracias okey”, esto fue dirigido a los representantes del Gobierno de Honduras que estuvieron presentes como testigos de su muerte. La última frase de Chi fue: “Recibe mi espíritu Señor”. Edgardo Reyes, primo hermano de Heliberto, quien fue testigo de su ejecución, relató que Heliberto le dijo: “Te quiero”, después se puso a orar y luego cerró los ojos.