Corría el año de 1845 y a principios del diciembre se crea la Sociedad del Genio Emprendedor y del Buen Gusto. El organismo creado por iniciativa del presbítero José Trinidad Reyes, en compañía de los hondureños Máximo Soto, Alejandro Flores, Miguel Rovelo, Yanuario Girón y Pedro Chirinos. En su discurso inaugural Reyes resaltó:
“Hoy ve Tegucigalpa un rasgo sin ejemplo de verdadero patriotismo, que no lo viera ante de nuestra gloriosa independencia ni después que el amor a la patria ha sido tan incesante decantado. Unos jóvenes, que uniendo sus talentos, una infatigable aplicación al estudio, han merecido los honrosos títulos literarios…”.
Un año más tarde, en 1846 a propuesta de la municipalidad de Tegucigalpa, la cámara legislativa emitió un decreto declarando la protección pública de la sociedad del genio emprendedor y del buen gusto a la que bautiza con el nombre de Academia Literaria de Tegucigalpa, decreto fechado el 10 de marzo de 1846 en Comayagua durante la presidencia del ex presidente Coronado Chávez.
Aquel decreto emitido, marcaría el inicio de la construcción de la institución de educación superior más importante del país, nos referimos claramente a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) que como su logo indica fue fundada el 15 de septiembre de 1847 durante la gestión del presidente Juan Lindo.