He estado siguiendo con alguna asiduidad un nuevo programa en el History Channel. Como buen aficionado a los misterios y a las teorías de conspiración, no podía perderme “En busca de gigantes”. Pues, como no podía ser de otra manera, en Honduras también hubo algo similar, como nos lo contaba don Pomplio Ortega en sus “Patrios Lares”:
Al norte del Valle de El Espino, y a mayor altura sobre el nivel del mar, está el pintoresco y fértil Valle de Jamalteca, como formando una grada para llegar a la cima de las montañas de Comayagua, que pasan al oriente. Este valle tiene dos leguas de norte a sur, por una en su mayor anchura, de este a oeste. Lo riegan ocho pequeños ríos que, uniéndose en uno solo, parte una línea de cerros para caer en el valle de El Espino y dar sus aguas al Humuya. Con las avenidas uno de estos ríos labró un barranco en sus orillas, dejando al descubierto unos huesos que parecían humanos. Uno de los vecinos fue a escarbar y sacó un enorme esqueleto, tan grande que el hueso del brazo era más grande que el de la pierna de cualquier hombre alto. Estos restos eran de una raza de hombres gigantes, que seguramente habitaban el valle de Jamalteca.
Hasta aquí este relato. Como en otros similares, no nos cuenta qué fue de los huesos y mucho menos si todavía existen. Sería harto interesante poder ver de cerca estos fenomenales esqueletos, que, según se dice, han sido escondidos del ojo moderno con quién sabe qué intereses, pero que son mencionados incluso en La Biblia: Goliath. Pero ahora, usted también lo sabe.