El artículo de hoy lo encontré en el sitio de internet hondurasensusmanos.com, cuya visita y lectura no dudo en recomendar, ya que los datos que contiene bien merecen conocerse:
Según Alexis Machuca en su libro “Apellidos en La Paz”, -documento único en su especie, que se ha hecho en ningún otro departamento de Honduras- nos permite conocer las relaciones familiares en la población de la cabecera del departamento creado por Marco Aurelio Soto.
Doña Rosaura Suazo Calderón fue una solterona muy rica, que cultivó una larga amistad con Marco Aurelio Soto y con Ramón Rosa, por lo que, en su momento, tuvo la oportunidad de viajar a muchos países de Europa y los Estados Unidos. Esa condición de dueña de una fortuna muy importante y el hecho que mantuviera una profunda amistad con el matrimonio Soto-Mijango, cuando don Marco Aurelio Soto ejerció la Presidencia de la República, le permitió sin duda, ampliar su fortuna y aumentar su prestigio en la comunidad. Una vez que Soto concluyera su función de titular del Ejecutivo por renuncia que interpusiera ante el Congreso como efecto de la ruptura de sus relaciones con el presidente Barrios de Guatemala, se estableció en París Francia, en donde llegó a ser presidente de la Asociación de Obreros de la ciudad. Un tiempo después de instalados en París, invitaron a doña Rosaura Suazo para que los visitara.
Ella atendió la invitación y viajó en barco, vía Nueva York a París. Y de regreso a varias ciudades de los Estados Unidos, convirtiéndose en la primera paceña que conoció París, la ciudad luz, capital de Francia. Entre la riqueza conocida y a la que Machuca se refiere con precisión puntual, en su condición de accionista de la mina del Chantón. De repente, como la mayoría de los Suazo de La Paz, debió haberse dedicado también a prestar dinero a interés a quienes lo necesitaban, actividad que suplía la falta entonces de bancos en el departamento. Había nacido en La Paz el 12 de mayo de 1845 y murió el 19 de febrero de 1913. Al morir tenía 68 años de edad. Fue hija de Ricardo Suazo Suazo y de la nicaragüense María Josefa Calderón Tijerino. “Su padre fue la figura política más importante de La Paz en el siglo XIX. Falleció a la edad de 62 años en 1879. Fue alcalde municipal, gobernador político y diputado.
En algún momento fue acusado de animar y financiar al líder indígena Calixto Vásquez, conocido como “corta cabezas” para que se alzara en contra del gobierno del presidente Marco Aurelio Soto” según dice Machuca en el libro citado, en la página 506. Aparentemente este rumor no tenía fundamento alguno; ni gozó de credibilidad alguna, tal como lo confirma el hecho que su familia siguió manteniendo excelentes relaciones con el reformista exgobernante. Prueba de lo anterior, es la amistad destacada de su hija Rosaura con la familia Soto-Mijango que pasaba varias temporadas del año en la ciudad de La Paz. Y ella era la atenta anfitriona que los atendía con las facilidades que existían entonces. Rosaura Suazo Calderón, a edad madura contrajo nupcias con Tiburcio Sabillón –originario de Santa Bárbara- y que, para entonces, se desempeñaba como administrador de rentas del departamento de La Paz.
Este matrimonio no tuvo hijos, posiblemente por la edad provecta de doña Rosaura. Machuca no dice nada sobre los beneficiarios de la herencia de doña Rosaura; pero es probable que esta haya sido repartida entre sus hermanos y sobrinos y sobrinas. Lo que de alguna manera explica que la fortuna y la influencia de los Suazo, pese al tiempo transcurrido, se mantenga y se sostenga ahora, exactamente de cien años después de la muerte de doña Rosaura Suazo, “la primera paceña que conoció París”.
Y ahora, Usted también lo sabe.