Honduras en sus manos
Honduras vivió este sábado de nuevo horas de pánico por un pavoroso incendio, mientras aumentaba el número de fallecidos por la tragedia de la cárcel de Comayagua, que ya se ha cobrado 359 víctimas y los familiares claman por recuperar los cuerpos de sus muertos.
Sólo tres días después de que las llamas devoraran el penal a 75 kilómetros de la capital, un enorme incendio arrasó tres mercados de Camyagüela, en Tegucigalpa, produciendo numerosos heridos que fueron ingresados en distintos hospitales y afectando a más de 2.000 comerciantes.
Para el alcalde de Tegucigalpa, Ricardo Álvarez, «hay algo raro» en el incendio que «se propagó de un mercado a otro como nunca había pasado antes». Por esta razón, Álvarez ha anunciado que se acometerá una «profunda investigación» para aclarar las circunstancias del siniestro y, en concreto, para clarificar si ha sido intencionado. «Algo está pasando y no puede seguir así, tenemos que ser más solidarios», dijo Álvarez, quien sostiene que estos incendios pretenden desestabilizar el país y la capital hondureña.
El alcalde ha pedido a través de la embajadora de EEUU en Honduras, a los investigadores americanos que estudian lo ocurrido en la cárcel de Comayagua, que también investiguen lo ocurrido en el incendio de los mercados.
El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, convocó de urgencia al Consejo de Ministros para abordar la estrategia de apoyo que se proveerá a los ciudadanos de Comayagüela.