A las 8:10 aparece un aeroplano volando a una gran altura sobre Sipile y con rumbo a Miramesí y el Picacho. Todos los ojos se fijan en él, pues se cree que, como se ha venido anunciando, bombardeará las posiciones militares de la ciudad. Y en efecto, al pasar por Miramesí arroja unas cuantas bombas que hacen un ruido infernal al estallar como a medio kilómetro de los retenes; continúa su vuelo y bombardea las fortificaciones del Picacho, pero también caen las bombas lejos de los retenes y de las obras militares. Se aleja el aeroplano hacia Toncontín, donde aterriza para emprender nuevamente el vuelo y arrojar un nuevo cargamento de bombas destinadas a las fortificaciones del Picacho; pero, como las anteriores, caen todas ellas sin causar ningún daño. Un cañón que las fuerzas revolucionarias tienen colocado en sus fortificaciones del Berrinche bombardea las posiciones del Sipile disparando varios cañonazos que causan algunos daños a las trincheras. La puntería ha sido muy buena, al contrario de la del aeroplano. En la tarde el mismo cañón dispara dos cañonazos sobre el Palacio Presidencial, estallando el primer proyectil en la pared del edificio que hace [sic] frente al Berrinche. Tanto las bombas arrojadas por el aeroplano como los proyectiles disparados por el cañón causan pánico entre la población civil de la capital; pero con excepción de un trozo de trinchera destruido por el cañón en las fortificaciones del Sipile, el bombardeo no ha causado ningún daño militar ni personal. Desde ayer se rumora en los círculos gubernamentales que está camino de la capital un fuerte ejército de 2,000 hombres que viene en auxilio de Tegucigalpa; dícese que viene al mando de los Grales. Don Dionisio Gutiérrez, don Julio Peralta y don Pío Pacheco, Cnel. Don Concepción Peralta y Doctor don Salvador Corleto. Anúnciase también que el General don Toribio Ramos está en Choluteca con 1,000 hombres, a las órdenes del Consejo, y que Nacaome y Amapala se han pronunciado nuevamente en favor del Consejo. Esas noticias son recibidas por el público con bastante escepticismo. Hoy renunció el Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. don Rómulo E. Durón, pero no le fue aceptada la renuncia. También renunció el Gobernador Civil, don Arturo Pineda Arias, nombrándose en su lugar al Coronel don Jaime Turcios. Abril 7.- Toda la noche ha habido fuertes tiroteos entre el Berrinche y Sipile y en Guacerique, pero al amanecer todo está tranquilo. La mañana pasa sin novedad, pero a las 2 de la tarde se entabla un reñido combate en Sipile que dura hasta las 5, sin resultado decisivo. Toda la tarde han funcionado los cañones del Picacho y Juana Laínez y las ametralladoras de Miramesí y Sipile. También las fuerzas de la Revolución atrincheradas en el Berrinche han hecho funcionar sus ametralladoras contra los retenes de Miramesí. En este último lugar se pelea durante una hora a la caída del día. El Consejo anuncia que el ejército que viene en su auxilio, del Sur de la República, se ha encontrado con las fuerzas del General Ferrera en el Cerro de Hule y que se ha entablado un fuerte combate que dura desde ayer. Anuncia también que hoy llegarán algunos contingentes de Curarenes que vienen a alistarse en las filas del Gobierno. Corre el rumor de que en la mañana de hoy han sido capturados varios altos personajes del Partido Revolucionario. Hoy no ha funcionado el cañón de la Revolución emplazado en el Berrinche, ni ha volado el aeroplano. Se han recogido 6 bombas arrojadas ayer por él y que no estallaron. Abril 8.- Fuertes tiroteos toda la noche entre Sipile y el Berrinche. Todo el día se pelea fuerte en las afueras de Guacerique, Sopilotera y Estiquirín; sin resultados decisivos.