Honduras en sus manos
Recurro de nuevo al libro de don Jesús Aguilar Paz, “Tradiciones y Leyendas de Honduras”, para seguirnos enterando de esa inusual vida del autor de nuestro primer mapa:
Es el caso que San Sebastián y Santa Lucía fueron, y parece que todavía lo son, los patronos venerados por toda la cristiandad de la Villa de Gracias y la aldea o barrio de Mejicapa. Lo que quiero contar es que Santa Lucía era la propietaria de una laguna que tenía la especial virtud de conceder a los feligreses muchas cosas indispensables a la celebración de los Guancascos o Guancos, o sea, las visitas o encuentros mutuos de santos en los compadrazgos de pueblo a pueblo.
Pero no creáis que las dádivas eran desinteresadas, porque para obtenerlas tenían las gentes que ir hasta cierto punto donde había una piedra chata, a depositar dos niñas tiernas y yéndose, regresaban después, encontrando entonces los obsequios de la encantada laguna: arroz, maíz, malangas, novillos, etc.
Todo esto huele a ideas de antiguas gentilidades mezcladas a las prácticas cristianas.
Sucedió sin embargo que, celosos los brujos Managuas de la virtud de la laguna, quisieron llevársela para su tierra, para aumentar así las aguas del Lago de Managua. Pero una vieja bruja de Mejicapa, para desatar el intento perverso de los Managuas, le embrocó un huacal a la laguna, motivo por el cual el robo no se consumó, y la laguna encantada permanece en la montaña de Celaque, pero oculta en la cima de esta elevada cumbre que veía hacia el sur de la antigua ciudad de Gracias a Dios.
Casi todos los cerros grandes y montañas tienen en las cimas, según creencia popular, una laguna encantada, alrededor de la cual se cuentan muchas historias. En cuanto a la laguna de Celaque, debe originarse por la causa de salir de la montaña a la redonda como siete ríos importantes que riegan las tierras de los bajíos y, no encontrando explicación física al fenómeno, es lógico suponer que aquellas mentes opacas de conocimiento hayan creado en su imaginación la existencia de una laguna en la cima que alimentara tantas fuentes de agua cristalina.
Y ahora, Usted también lo sabe.