Honduras en sus manos
Del hermoso libro de don Luis Amílcar Raudales, “Baturrillo Histórico”, sale nuestra historia de hoy:
Sabemos de valores de la patria como el general Morazán que era refractario a uniformarse, pues solamente dos veces lo hizo, una en que cumplió años y cuando tomó posesión de la presidencia federal el 16 de septiembre de 1830. Así como Morazán fue Cabañas, Manuel Bonilla y lo es nuestro actual mandatario, general Carías. Pero en cambio, les agradaba ostentar sus valiosos uniformes a Medina, José Santos Guardiola, Vásquez, Bográn, Sierra y Tosta.
Los uniformes que usaba el general Bográn casi todos eran pedidos a Alemania, y parece que le lucían mucho.
Al general don Florencio Xatruch, quien prestó importantes servicios al país pues fue el general en jefe de las fuerzas hondureñas que marchó a Nicaragua cuando los filibusteros, le agradaba ostentar en los actos públicos su vistoso uniforme. Y entonces exhibía las numerosas condecoraciones que le habían conferido en distintas épocas por su importante actuación.
Pues bien, el notable hombre público don Francisco Alvarado también poseía numerosas condecoraciones conferidas por gobiernos e instituciones de distinta índole de fuera de Honduras y, cuando había alguna recepción o algún acto público en que todos los altos funcionarios públicos vestían de gala, lo excitaban al señor Alvarado para que luciera sus condecoraciones y más de alguna vez le dijo a los amigos que lo excitaban y a quienes no les agradaba la negativa de exhibir sus condecoraciones, “no las luzco” -les decía-“porque no quiero que me llamen el general achinería, como a Xatruch”.
Les pregunto, amables lectores, ¿cuántos generales achinería modernos conocen ustedes?
Mientras nos llega su respuesta, ahora, Usted también lo sabe.