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EL POSIBLE ORIGEN DE COMAYAGÜELA

Como todos sabemos, las ciudades gemelas de Tegucigalpa y Comayagüela eran habitadas, en tiempos de la colonia por españoles y peninsulares en el caso de Tegucigalpa y por nativos e indios Comayagüela, del mismo modo que separaban para ellos la Catedral y relegaban para los indios la Iglesia de Los Dolores. Pues sobre las raíces de los habitantes de nuestra ciudad gemela nos habla hoy don Jesús Aguilar Paz, en su libro “Tradiciones y Leyendas de Honduras”:

Desde niño oí decir que el nombre de Comayagüela venía del uso repetido de la frase “coma ya abuela”, que le decían a una viejecita, realmente abuela, sus nietos, en verdad numerosos. Por considerar infantil para la filología esta rara explicación de un vocablo indígena por medio de otros españoles, no hago el comentario del caso, pero sí le doy cabida en el pintoresco y ameno campo del folklore, para el cual las mentiras son verdades de patente y las mayores excentricidades yacen muy cómodas en el seno infinito de una lógica gigante, de una extraña ciencia, no por eso menos verdadera y que, después de todo, triunfará en el futuro mundo del superhombre.

Pero tratamos de la tradición de la egregia Villa de la Concepción y a ello vamos, con permiso del lector entretenido. Existen varias versiones respecto a la tradición de Comayagüela, más en resumen se saca de ellas una verdad, que los indígenas de Comayagüela no son oriundos de Tegucigalpa, sino que vinieron por ignorada causa de Olancho, pues en su parte septentrional y en el municipio de Jano, como a dos leguas y media o tres de distancia, se halla un caserío, hoy humilde, antaño grande, fuerte y rico, llamado Comayagüela, verdadera matriz de la otra Comayagüela, cuyos indios, para mí, son de un tronco étnico antillano, es decir, taínos o bien caribes, ni mexicanos ni mayas, salvo error u omisión.

Ahí lo tienen, amables lectores. Y ahora, Usted también lo sabe.

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