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UN RETRATO DE DON SANTOS GUARDIOLA

Nuestro paseo de hoy por la historia nos muestra un poco más de la persona y el carácter del único presidente hondureño que ha sido asesinado en el ejercicio de su cargo. Por lo que nos contaba don William Wells en sus “Exploraciones y aventuras en Honduras” , no sería remoto que sus asesinos tuvieran algo de razón:

Es un mestizo prieto, fuerte y corpulento, con una cara que manifiesta su diabólico temperamento. Pero es bien querido de sus soldados, a quienes consiente en todos los aspectos. A su intemperancia alcohólica pueden agregarse todas las lacras que afligen a los habitantes de Centroamérica. Frecuentemente, en sus borracheras está presto a ordenar la ejecución inmisericorde de cualquiera que exprese inadvertidamente alguna opinión que pueda molestarle en lo más mínimo.

Tiene la costumbre de hacer llamar a las mujeres más guapas de los lugares por donde pasa, y después de aprovecharse de ellas de la forma más baja, las arroja de su lado con los epítetos más ofensivos.

A pesar de esto, puede afirmarse que es el mejor general que existe en Centroamérica y aún que es el mejor que este país ha tenido.

A semejanza de Mario, el caudillo romano, sus modales groseros le sirven para aterrorizar al enemigo. De aquí que, mientras la llegada de Cabañas o cualquiera de los otros jefes es recibida tranquilamente por las poblaciones, la sola mención del nombre de Guardiola basta para que los habitantes huyan a los bosques abandonando todas sus posesiones.

A pesar de lo que queda dicho, no justifico de manera alguna el asesinato, sea cual sea el cargo que ocupe la víctima. En el caso de Guardiola, sus victimarios pertenecían a familias reconocidas aún en la actualidad, pero esa es harina de otro costal, y de ninguna manera comparto, conocedor de las hazañas de Morazán, el concepto de Wells sobre su capacidad como general.

Y ahora, Usted también lo sabe.

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