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ESTRADA PALMA Y HONDURAS (1)

José Joaquín Palma «A Tegucigalpa»:
Bella, indolente, garrida
Tegucigalpa allí asoma
Como un nido de paloma
En una rama florida…

Me he encontrado este interesante escrito que sigue en la línea que sobre la poesía hondureña he iniciado. Sale de la pluma de doña Margarita García-Estévez, (Ph.D y profesora en el Departamento de Psicología en Montclair State University, New Jersey). Lo he dividido en dos partes por motivos de espacio, pero espero que lo disfruten igual:

El 5 de junio de1879, Tomás Estrada Palma, el hombre que sería el primer presidente de Cuba, llegó al puerto de Amapala, en la costa del Pacífico de Honduras para luego trasladarse a la capital de Tegucigalpa, al «nido de paloma,» como dijo el poeta, donde encontraría trabajo, reconocimiento e innumerables cortesías del gobierno del presidente hondureño de Marco Aurelio Soto.

Estrada Palma era entonces un cuarentón, soltero, recién salido de prisión en España por sus actividades revolucionarias por la libertad de Cuba. La Guerra de los Diez Años había terminado el año anterior al firmarse el llamado Pacto del Zanjón. Durante los años de guerra siempre existió un gobierno civil de la república en armas, consistiendo de un presidente, vice-presidente, gabinete y asamblea de representantes. Tomás Estrada Palma fue miembro de la asamblea desde un principio, y en 1876 fue elegido presidente. Apenas un año mas tarde fue hecho prisionero por una columna española y deportado a prisión en Cataluña.

Aproximadamente seis meses después de haberse firmado el Pacto del Zanjón, Estrada Palma fue liberado, pero no estando de acuerdo con las condiciones de dicho pacto, y no creyendo las promesas de reforma y mejoría hechas por los españoles, se negó a regresar a Cuba. En vez, viajó a Paris donde estuvo brevemente, y después vino a Estados Unidos y se radicó en un pueblito a 50 millas al norte de la ciudad de Nueva York llamado Central Valley. Allí aprendió inglés e hizo amistad con una familia de maestros de apellido Cornell. Sin embargo, se sentía extremadamente solo y carecía de ingresos para mantenerse.

Un buen día, recibió una carta de su pariente, el poeta José Joaquín Palma desde Honduras. Este poeta cubano, que también había participado en la insurrección de los Diez Años, pero había abandonado a Cuba mucho antes, halló asilo en Guatemala durante el gobierno de Justo Rufino Barrios, cuando dos jóvenes hondureños (Marco Aurelio Soto y Ramón Rosa) formaban parte de la administración de Barrios.

Cuando Soto ascendió a la presidencia de Honduras en 1876, llevó consigo a Rosa y a Palma. La reforma liberal de Soto en Honduras, con la iniciación de decenas de nuevos proyectos y el establecimiento y mejoría de instituciones públicas, tenía espacio para hombres capaces que quisieran trabajar. Esparcidos por distintos países estaban los cubanos que rehusaban regresar a la isla. José Joaquín Palma, hombre de confianza del presidente Soto y probablemente también José Martí por carta, sugirieron que se reclutaran a muchos de estos cubanos. Y Tomás Estrada Palma, en Nueva York, fue uno de los primeros.

Para llegar a Tegucigalpa desde Nueva York no era fácil. Dada la orografía de Honduras, el paso por tierra desde cualquier puerto del Caribe hasta la capital era prácticamente imposible. Por tanto, había que llegar por barco al puerto de Colón (también llamado Aspinwall) en la costa del Caribe de Panamá y de ahí transferir a un tren que cruzaba las 47 millas del istmo hasta Ciudad Panamá.. Una vez en el Pacífico, se tomaba otro vapor, y por mar se hacía la travesía al puerto de Amapala en Honduras, pero Amapala está en una isla así que hacía falta tomar un pequeño remolcador hasta tierra firme en San Lorenzo a 12 millas de distancia y finalmente, a caballo o mula por las 75-80 millas que faltaban hasta llegar a Tegucigalpa. Este último trecho del viaje duraba aproximadamente 3 días.

Al llegar Estrada Palma a Tegucigalpa, fue inmediatamente nombrado primer Director del Servicio Postal de Honduras, traductor oficial y profesor del colegio de señoritas. En el correo, Estrada Palma estableció las normas para la correspondencia interna y externa e incorporó a Honduras a la Unión Postal Universal. Al año siguiente fue nombrado a la Junta de Directores del Hospital General, donde asumió el cargo de Secretario.
Y ahora, Usted también lo sabe.

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