Uno de los muchos trabajos que debemos reconocerle a los historiadores, es la interpretación que nos brindan de los textos desde su forma original. Este día les traigo una muestra -no precisamente la más difícil de leer- en donde tomamos una idea de este trabajo excepcional. Del libro “Honduras”, de don Luis Mariñas Otero, leemos:
Montejo describe esta sublevación en su carta al emperador el primero de junio de 1539: «Estando haciendo el repartimiento, fue Nuestro Señor servido por nuestros pecados y por la mala costumbre que estos indios han tenido de alzamientos y muertes de cristianos, que estando todo en paz como he dicho, siendo tres españoles de la Villa de Comayagua a la Cibdad de Guatymala, llegando a una provincia que se dice Carguin, término de esta cibdad, diez leguas della, saliendo de un pueblo, salieron los indios a ellos en el mismo camino y los mataron yendo descuidados; y siendo yo avisado dello, lo más sin escándalo que pude, castigué a algunos dellos, los más culpados, delante de otros señores de la misma provincia; y acabado de hacer xusticias, imbié los demás señores muy contentos a sus casas, y un Señor que havia sido en ello que no se pudo haver, xuntó toda la provincia y entráronse en un peñol la cosa más fuerte que ay en estas partes… Vínome nueva como toda la tierra había venido sobre los de la Villa de Comayagua, y. les habían muerto un español y quatro caballos y heridos todos los otros españoles y caballos; e por no estar para pelear ni poderse defender, venida la noche, desampararon la villa y quanto tenían, así ganados de obejas y puercos en mucha cantidad,’ como de todo lo demás de sus casas, sino sus personas y caballos; i con arto trabaxo llegaron a un pueblo de paz, ques en la provincia desta civdad, que se dize Tencoa; el mismo dia me vino nueva que con la ayuda de Nuestro Señor se havia tomado el peñol, por fuerza, sin peligro de nengún español, aunque algunos quedaron heridos, y en medio del dia tomados todos los indios que dentro estaban, y ansi tomados los dexaron salir sin tocar en nenguno dellos, a ellos e sus mugeres e hijos, e los imbian a sus casas, porque yo ansi se lo abia imbiado a mandar que se hiziese, que no poco bien ha sido para toda la tierra, porque en este peñol tenían toda su esperanza»
E agora, Vsted también lo sabe!!!