Una de las grandes tristezas de la historia de Honduras es el poco respeto que sus hijos hemos demostrado a través del tiempo por sus instituciones. Muestra de ello es la historia que hoy les traemos y que encontramos en el tomo 8 de la Enciclopedia Histórica de Honduras, de Graficentro Editores:
En palabras del entonces diputado Miguel Navarro, el sábado último 6 (del año 1904) al salir de aquí, con cierto aparato que pareció de asechanza, con un chillido, mi autoridad de diputado fue villanamente ultrajada por el señor director de policía, coronel Lee Christmas…hago moción formal para que se dirija al Poder Ejecutivo, manifestándole que la honra nacional ha sido mancillada por el director de policía, atentando contra uno de sus miembros y que si el presidente no quiere poner remedio a estos abusos, que conste que la responsabilidad moral no será de los que procuran reparar tales actos, sino de los empleados que los cometen. La moción se toma en consideración y es aprobada. El director de policía, en vez de haber sido castigado destituyéndolo de su empleo, como era natural y lo esperaban todos, con triple número de policías, en tono amenazante, como diciendo ¡Cuidado, señores diputados, vean cómo les pasa lo mismo que a Navarro! En atención a la incomodidad de los representantes por la presencia de policías en las puertas del recinto legislativo, la directiva del congreso pidió que éstos fueran cambiados por soldados en tanto que ordenó un receso y envió al ejecutivo la nota propuesta por la moción del diputado Navarro. Los diputados no abandonaron el recinto de sesiones y esperaron pacientemente la respuesta del ejecutivo, que no llegó sino en la forma de un destacamento de soldados comandados por el coronel Jerónimo M. Rivas, el cual efectuó la captura de los diputados abogados Policarpo Bonilla, Miguel Navarro, Marcos Carías A., Miguel Oquelí Bustillo, Jesús M. Alvarado, Salvador Zelaya y otros, en el propio recinto de la cámara, produciéndose así el execrable golpe de estado del 8 de febrero de 1904, que tanto manchó la gestión gubernamental del general Manuel Bonilla. Cabe destacar, para finalizar, la golpiza que recibió y que casi le cuesta la vida al futuro presidente don Policarpo Bonilla y que el congreso se disolvió tras declararse el estado de sitio en el departamento de Tegucigalpa. Y ahora, Usted también lo sabe.