El relato que hoy les traigo es de esos que hemos pasado por alto, como si no hubiera tenido la trascendencia que tuvo en todo el continente. Lo tomamos de la Revista del Archivo y lo firmó don G.A. Castañeda:
Allí, en presencia de Dios y de su gran obra la Naturaleza, se verificó el miércoles 17 de agosto de 1502, el segundo gran acontecimiento que había de transformar completamente la estructura social del Continente. En Punta Caxinas se implantó un nuevo dogma, en Río Tinto se inauguró una dominación política que tres siglos después había de costar ríos de sangre sacudir; en Río Tinto fue desplegado por primera vez en tierra firme el pendón de los Reyes Católicos. Dispuestos en orden de revista los ciento cincuenta hombres de la expedición y las cinco navecillas en que venían, procedió el Adelantado don Bartolomé Colón , con el estandarte de Castilla, a plantarlo en aquella tierra, que desde ese momento se convertiría en patrimonio de los Reyes; el Almirante presenció desde a bordo la ceremonia, pues tampoco aquí lo dejó desembarcar el reumatismo. Hechos al estandarte los honores y salvas de ordenanza, quedó ondeando durante día y medio que allí permaneció la expedición.
El ruido de los mosquetes y el color de aquellos hombres, atrajeron a aquel sitio del río que ellos llamaron de la Posesión, muchos indios de la comarca, diferentes en lenguaje y fisonomía a los que hasta entonces habían visto. Los indios que pertenecían a diferentes tribus, llevaban vestido diferente; y así, mientras unos llevaban cubierta la mitad del cuerpo, otros iban completamente desnudos, con caras y cuerpos marcados con rayas y figuras de animales, hechos a fuego y en diversos colores; otros lucían chaquetas de algodón sin mangas y los jefes se distinguían por los gorros de algodón que llevaban, unos blancos y otros pintados; pero todos ellos, como los de Guanaja, no huyeron sino que se acercaron a cambiar víveres por baratijas que apreciaron mucho.
Sencilla y breve fue la ceremonia de toma de posesión, en presencia casi de la muda admiración de los desposeídos: aquellos pobres indios no se dieron cuenta de que ciento cincuenta hombres, se apoderaban, a título de más fuertes, de un inmenso territorio densamente poblado por innumerables tribus que no carecían de nada para existir.
Y ahora, usted también lo sabe.
Lo esperamos en Paseo Los Próceres, primer local, calle de por medio a supermercado Paiz.
Porque el café es cultura.
La Estancia Café.