Home / La Otra Honduras III Parte / EL PRESIDENTE QUE RENUNCIÓ POR NO ESTAR PREPARADO PARA GOBERNAR

EL PRESIDENTE QUE RENUNCIÓ POR NO ESTAR PREPARADO PARA GOBERNAR

La información que a continuación les traemos la hemos obtenido de las páginas del tomo 2 del libro “Don Joaquín Rivera y su tiempo”, de la colección Rómulo E. Durón:
Esta historia data del primero de enero del año 1837 y termina poco más de 4 meses después, el 23 de mayo de ese mismo año, y nos dice que en esta misma fecha el consejero jefe, don José María Martínez presentó a la Asamblea su renuncia del ejercicio del Poder Ejecutivo.
En ella dice que no se avergüenza de confesar que la humilde educación que recibió no pudo proporcionarle los conocimientos necesarios para haber desempeñado las funciones que se le encomendaron, las que si había podido llenar, había sido merced al auxilio de algunos amigos que le querían bien; pero las repetidas molestias que les había hecho y, lo que era más grave, los asuntos sobre los que ahora les consultaba como encargado del Ejecutivo los obligaban a hacerle reflexiones juiciosas para no querer en manera alguna ingerirse en las críticas circunstancias en que se hallaba la República entera, pues temían que se les atribuyera de un modo indirecto la ruina del Estado por el consejo que le dieran.
Esta era para él una triste situación, porque veía que era el eje que movía la maquinaria política de Honduras y no siendo su curso el que debiera ser, más triste se le representaba al observar que si el Estado, por desgracia, llegara a hundirse, se hundiría en sus manos, temiendo que, como buen ciudadano, no hubiera puesto los medios para liberarlo de tamaño mal.
La Asamblea no admitió su renuncia hasta que recobró la salud el Jefe del Estado en propiedad, don Justo Herrera.
Nuestra Honduras no deja de sorprendernos, ¿verdad? Es un país mágico y siempre dispuesto a asombrarse -y asombrarnos- al hacer su magia realidad…Y ahora, usted también lo sabe

 

Check Also

SANTA ROSA BENDITA

Publicación Vista: 1.053 Hay libros a los que uno no se cansa de volver, autores ...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *