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JOSÉ TRINIDAD CABAÑAS

El 9 de junio de 1805 nació en Tegucigalpa, José Trinidad Cabañas Fiallos. Doscientos diez años después su legado ético adquiere mayor simbolismo, en un contexto donde el Estado y la nación enfrentan una crisis de valores.

Militar, político, Presidente de Honduras durante el periodo de 1852 a 1855 y un defensor de las ideas unionistas de Centroamérica, a Cabañas se le recuerda como una de las personas más honradas de la historia del país. Durante su periodo en la presidencia sostuvo que «no se trata de fundar la República de algunos, si no la República de todos». Por su filosofía fue derrocado por las fuerzas conservadoras, pero a Cabañas se le recuerda por no haber traicionado sus principios.

Por ello, en su estatua ubicada en el Parque «La Mercedes», de Tegucigalpa, se lee: «Al Heroico Soldado de la unión centroamericana. Al guerrero modelo de constancia, de honradez y de valor».

 

Breve biografía

Nacido en Tegucigalpa, su familia se trasladó a vivir a Comayagua, donde Cabañas ingresó al Colegio Tridentino, donde realizó estudios de gramática latina, teología y filosofía. Cuando apenas tenía 22 años, ingresó al ejército de la República Federal de Centroamérica, donde fue lugarteniente del General Francisco Morazán y llegó a ser general del Ejército Federal, ganando liderazgo político y militar, lo que le llevó a ser Diputado de la Asamblea Constituyente de 1830.

Tras la derrota liberal de 1840, Cabañas y el general Francisco Morazán se retiraron de Guatemala y se exiliaron en Panamá, luego Cabañas viajó a Costa Rica.

Tras la muerte de Francisco Morazán, en Costa Rica el 15 de septiembre de 1842, el General Cabañas expresó su descontento: «No es posible. A nosotros nos pueden fusilar, pero al general Morazán no… ese sería un crimen hacia Centroamérica…», luego regresó a El Salvador donde vivió por varios años.

Presidente

Trinidad Cabañas residía en la ciudad de San Miguel cuando le comunicaron los resultados de las elecciones celebradas en Honduras a finales de 1851, donde salió electo como Presidente de Honduras, tomando posesión del cargo el 1 de marzo de 1852.

Durante su período como Presidente de Honduras, Cabañas realizó importantes obras para fomentar la institución pública, la agricultura, la minería, incentivó el cultivo del café y fue el primer impulsor del ferrocarril. Era un presidente educador, que impuso impuestos a la exportación de ganado y madera para establecer las primeras 50 escuelas públicas pagadas por el erario nacional.

Con el objetivo de restablecer la Federación, Cabañas fue nombrado como Vice Jefe de Estado por la Asamblea Constituyente de Centroamérica, reunida en Tegucigalpa el 13 de octubre de 1852. Sin embargo Cabañas rechazó dicho cargo y manifestó: «No estoy preparado para tan alto cargo, soy un soldado, no tengo conocimientos de la administración pública», por lo que el Vicepresidente Pedro Molina asumió las tareas de celebrar asambleas en El Salvador y Nicaragua.

Debido a sus intentos por restablecer la Federación Centroamericana y a sus conflictos con otros gobiernos conservadores de la región, el guatemalteco Rafael Carrera declaró que su objetivo en Honduras era derrocar al General José Trinidad Cabañas, lo cual logró apoyando a los conservadores hondureños, quienes, encabezados por el General Juan López, invadieron el país y derrotaron a Cabañas en la batalla de Masaguara, en los llanos de Santa Rosa y Gracias el 6 de octubre de 1855, obligándolo a renunciar a la presidencia y a refugiarse en El Salvador.

Últimos años

Durante los últimos años de su vida, el General Cabañas se retiró de la política y pudo regresar a Honduras en 1867, estableciéndose en Comayagua. En Honduras, inició una campaña contra la presencia del filibustero estadounidense William Walker en Centroamérica, luego fue nombrado por la administración del Presidente José María Medina como Intendente de la Aduana de Trujillo. Cabañas falleció el 8 de enero de 1871, a la edad de 65 años.

Luego de su muerte, el gobierno de Honduras le otorgó el título de «Soldado de la Patria» y la República de El Salvador nombró Cabañas a uno de sus departamentos, en su honor. Sus restos se encuentran en la Iglesia de San Sebastián de Comayagua.

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