Los nombres de la mayoría de los conquistadores fueron sujetos a cambios válidos para el amanuense del Siglo XVI, a quién le urgía poner la mayor cantidad de información en el papel; de allí observamos que la mayoría de los nombres de los conquistadores están abreviados, por ejemplo «Pedrarias» en lugar de Pedro Arias.
Otro hecho digno de mención, lo es el que se conserva la costumbre de indicar el origen natal del sujeto, lo que la historia a añadido al apellido, de forma tal que en vez de «Pedrarias Avila» deberíamos encontrar a «Pedro Arias de Avila», es decir Pedro Arias, oriundo de la ciudad de Avila, España. Sin embargo las formas amanuenses y los escribanos del período colonial, fueron evitando los apellidos en tal caso que, a la fecha, algunos lugares pasaron como apellidos y otros se quedaron como tales verbi gratia Hernando de Saavedra, quizás uno de los pocos conquistadores de quien conocemos el apellido.
Llegó a Centroamérica con una cédula real conteniendo el título de Gobernador desde el Istmo de Tehuantepec hasta el Istmo de Panamá. Su mayor preocupación fue encontrar un canal entre el océano Atlántico y el océano Pacifico
Cristóbal de Olid, 1524,
Enviado por Hernán Cortés a dominar el territorio a beneficio de Nueva España (México) para acabar de una vez con las pretensiones jurisdiccionales de la Española (Santo Domingo) y el Darién (Panamá). Por su traición a Hernán Cortés fue muerto Gil González Dávila y Francisco de las Casas.
Hernán Cortés, 1525,
Gran conquistador de México, Vino a darle importancia a la conquista de Honduras por creer que aquí se hallaba la unión de los dos océanos además de ser el lugar más rico en oro y plata entre los dos istmos, El pretexto que tuvo Cortés para venir a Honduras fue la traición de Cristóbal de Olid, quien se había puesto de acuerdo con el Gobernador de Cuba para emprender por cuenta de ambos la conquista de Honduras. Cortés regresó al México con la noticia de una rebelión de sus lugartenientes que amenazaba con despojarlo del poder.
Hernando de Saavedra, 1526.
Teniente de Hernán Cortés. Al quedar a cargo del gobierno de Honduras, fue de Trujillo a Olancho fundando en Escamilpa la Villa de la Frontera de Cáceres, que más tarde la destruyó Pedrarias Dávila, Gobernador de Castilla del Oro, quien pretendía extender su jurisdicción a Honduras, incorporándola al territorio de Panamá.
Diego López de Salcedo, 1526.
Nombrado por Audiencia de Santo Domingo para que hiciera salir de Honduras a Hernán Cortés, Pedro de los Ríos, Francisco Hernández de Córdoba y cualesquiera otros capitanes. Al llegar a Trujillo y tomar posesión de su cargo el 26 de octubre, mandó preso a Hernando de Saavedra para Santo Domingo, Las pretensiones de Pedrarias sobre Honduras despertaron las de Salcedo sobre Nicaragua. Arrestó a los emisarios de Pedrarias que venían a exigirle la sumisión de la Provincia, y declaró que la de Nicaragua caía en su jurisdicción, por lo que marchó a tomar gobierno, Pedrarias redujo a prisión a Salcedo y firmó con él un convenio de límites, que no había de obtener aprobación real, y lo dejó volver a Trujillo, donde encontró la Real Cédula del 2 de octubre de 1528 que incorporaba el archipiélago de las Guanajas a la provincia de Honduras.
Andrés de Cereceda, 1530.
Gobernó con Vasco de Herrera y Diego Méndez le disputó el mando. Méndez se levantó y Herrera fue asesinado. Cereceda venció a Méndez y lo hizo ejecutar juntamente con los asesinos de Herrera.
Diego de Albitez, 1532.
Muerto al llegar. Traía autorización del rey de fijar de manera concluyente los límites de su Provincia para evitar futuras invasiones arbitrarias. Por la muerte de Albitez ocupó el cargo de gobernador Andrés de Cereceda. Nombrado Fray Alonso de Guzmán para suceder en la gobernación a Albitez no aceptó.
Lic. Alonso Maldonado, 1536.
Nombrado por el virrey de México para que viniera a residenciar a Pedro de Alvarado, gobernador de la provincia de Guatemala, quien había cometido desobediencias reales y debía ser castigado incluso con la horca. Alvarado, huyendo, llegó a Naco, donde recibió de Andrés de Cereceda, la Gobernación de Honduras.
PEDRO DE ALVARADO, 1536.
Capitán al servicio de Hernán Cortés llegó a Honduras 1536 por la vía de Guatemala. Su participación en la conquista del imperio azteca fue destacada. En Honduras recibe la Gobernatura de manos de Andrés de Cereceda. Funda la ciudad de San Pedro Sula, y dio instrucciones a varios de sus oficiales para fundar ciudades como a Juan de Chávez con Gracias a Dios. Hizo repartimiento de indios y de tierras. Dejó de gobernador a Alonso Ortiz, y en una carabela que hizo venir de Trujillo, partió de Puerto Caballos a Cuba, y de allí a España, a responder por los cargos del juicio de residencia iniciado en su contra. Fue absuelto y regresa a Honduras a ratificar los repartimientos hechos en su condición de Gobernador.
Francisco Montejo, 1536.
Oficialmente, el sucesor de Diego de Albitez, muerto a los cinco días de haber llegado a Trujillo, fue Francisco Montejo. Cereceda no ostentaba títulos para ejercer el cargo de gobernador y menos para entregarle la gobernación a Alvarado, perseguido de la justicia virreinal. Montejo fue nombrado gobernador de Honduras e Igueras. Como estaba tan lleno de asuntos en la gobernación de Yucatán, mandó a Alonso de Cáceres a tomar en su nombre posesión de su cargo, hecho que tuvo lugar en Gracias. No tardó en llegar el gobernador Montejo a la provincia. En San Pedro Sula anuló el repartimiento de indios que hizo Alvarado. Nombró a Alonso de Cáceres pacificador del país. Este capitán fundó en diciembre de 1537 la villa de Santa María de Comayagua, Tocó a Montejo enfrentar y aplastar la insurrección más grande del país, que estuvo a punto de acabar con los conquistadores y colonizadores españoles. El jefe supremo de la insurrección general fue Lempira, indio lenca, de cuya importancia rindió informe el Gobernador Montejo al emperador Carlos V.
Alonso de Cáceres, 1539.
Ocupó la gobernación de la provincia de Honduras en lugar de Francisco Montejo, quien pasó con el mismo cargo a Chiapas. El nuevo gobernador hizo un viaje al oriente del país, donde la tranquilidad de las tribus dejaba mucho que desear. En ese recorrido fundó San Jorge de Olancho, en el valle más rico en oro que había en toda la provincia y en los demás territorios del circuito Nicaragua, Guatemala y Yucatán. Cabe aquí agregar que Alonso de Cáceres había quedado con la gobernación de Honduras por designación que hizo en su persona, Pedro Alvarado que había vuelto de España y le habían dado más poderes, con la obligación de armar una expedición que debía aventurarse en el Pacífico en busca de las islas de la especiaría. Ya no tenía disculpas que los empujaban a lo ignoto, porque Fernando Magallanes y Sebastián Elcano le habían dado vuelta a la Tierra. Como al regresar de España, traía Alvarado acuerdos de Gobernador de Honduras y Guatemala al partir a buscar el Jardín de las Especias, dejó con sus cargos a su cuñado Francisco de la Cueva, hermano de Beatriz, esposa de Alvarado.
Licenciado Francisco de la Cueva. 1540.
Simplemente atendió las funciones ordinarias del burócrata que desempeña un cargo interinamente.
Diego García de Célis, 1541.
Como desde el ángulo de la riqueza minera, Honduras tenía más importancia que Guatemala, la unión forzada de los dos países que se había realizado en beneficio de Pedro Alvarado quedó disuelta, viniendo a ocupar la gobernación de Honduras, García Célis, quien sería jefe del gobierno civil y Juan López de Gamboa, del gobierno militar.
Juan Pérez de Cabrera, 1543.
La situación se estaba agitando por parte de los ambiciosos conquistadores, al grado que la Audiencia de Santa Domingo nombró gobernador a Juan Pérez de Cabrera, pero sólo de la Costa Norte. Para hacer este nombramiento, la Audiencia se basó en la real cédula de 1534.
Francisco Montejo, 1544.
García Célis cesó en sus funciones por haber vuelto a la gobernación d e Honduras Francisco Montejo el 9 de abril de 1543. Al sólo volver éste, el Licenciado Alonso Maldonado envió un Teniente suyo a hacerse cargo de la gobernación de Honduras, Montejo y el Cabildo de Gracias no quisieron recibirlo.
Licenciado Alonso Maldonado, 1543-1548.
Toma posesión de la gobernación de Honduras por nombramiento de la Audiencia de México. De San Miguel, en donde se hallaba, vino a Gracias, siendo recibido por el cabildo como gobernador, pero no por Montejos, quien se remitió a la decisión real. Maldonado envió sus Tenientes a las villas y fueron recibidos en Comayagua, San Jorge de Olancho y Minas de Guayape, y no es San Pedro porque aquí habían recibido a Juan Pérez de Cabrera, nombrado gobernador por al Audiencia de Santo Domingo. Maldonado pasó por éstos a Puerto y requirió a Pérez de Cabrera para que lo reconociese. Cabrera se negó al principio, porque su provisión sólo era para el caso que no hubiera otro gobernador provisto.
El licenciado Alonso Maldonado pone fin a la época de los conquistadores y a la vez inicia la época de las leyes como Presidente de la Audiencia de los Confines.
Fuente: http://www.historiadehonduras.hn